Soy simplemente blogger de viajes. No hice estudios en turismo más allá de algún curso de marketing especializado. Por eso utilicé la palabra impresiones porque reflejan mi visión de turista, más desde el sentido común que desde la academia.
Comencé en esto hace ya cinco años, también un abril. En ese momento el furor estaba en los viajes de compras a Chile y poco después a Paraguay. Ese era mi nicho y lo que me llevó a tener millones de visitantes y días en que entraban hasta 10.000 personas a leer mis posteos. Hasta me vinieron a entrevistar de la televisión brasilera. Pero, otra vez, el sentido común y mi experiencia de ciudadana argentina me hicieron ver que eso no duraría para siempre.
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De a poco, me fui especializando en destinos de mi país. Ya no eran esos números pero no me fue mal. Y en eso llegó la pandemia!
Si bien todavía estamos en medio de la emergencia y ni las autoridades de salud pueden darnos certezas, creo que vamos al siguiente escenario.
- Viajes de cercanía: gente osada siempre habrá pero no veo multitudes arriesgándose a viajar al otro lado del mundo. Y a los países cercanos también llevará tiempo.
Por un lado, todavía no sabemos si pueden haber rebrotes de la enfermedad a mediano plazo ni si los infectados quedan inmunizados para siempre. Por el otro, las imágenes de miles de personas varadas por semanas enteras son impactantes.
Todo esto llevará a elegir destinos cercanos. Por ejemplo, en Argentina, la Costa Atlántica o el litoral de Entre Ríos tienen mejores posibilidades.
- Viajar en vehículo propio: el miedo a viajar con extraños que se da en un avión o en un ómnibus hará que mucha gente elija hacerlo en su propio automóvil. Podría ser una buena oportunidad para las agencias de alquiler ya que quien sepa manejar y no tenga auto o no lo tenga en condiciones, podría usar esa opción.
- Revalorización del agente de viajes: más de un pasajero debió sufrir un ataque de nervios tratando de cancelar pasajes, hoteles, visitas. Horas esperando que un humano lo atendiera… y que una megaempresa lo comprendiera. El ahorro de dinero se fue a ansiolíticos seguramente.
Después de semejante experiencia muchos van a querer volver a tratar con un humano, en el más amplio sentido de la palabra. El slogan va de regalo 
.
- Cancelaciones gratuitas y condiciones flexibles: tanto para hoteles como para pasajes, es un detalle que muchos tendrán en cuenta. En un escenario incierto y cambiante, va a ser un plus.
Se comentaba que mucha de la gente que viajó casi al filo de la cuarentena lo hizo porque si no, perdía años de ahorro ya que no había devolución en muchas promos.
- Viajes más cortos: la realidad indica que muchos quedarán con problemas económicos gravísimos o directamente sin trabajo. Quien pueda todavía darse el lujo de algún viaje no irá ni lejos ni por mucho tiempo. Pero… siempre hay gente que tiene un resto importante y probablemente se beneficiará de promociones y hará el viaje de sus sueños.
- Destinos no masivos: una mayor conciencia ecológica y una necesidad de estar en contacto con la naturaleza luego de tanto encierro llevarán a elegir destinos menos masivos y alejados de grandes multitudes, también por cuestiones de salud.
- Hoteles más pequeños y personalizados: Nuevamente, se valorará que no haya multitudes así como el contacto directo con el propietario ante cualquier contingencia.
- Higiene y seguridad: más que nunca, se buscarán alojamientos confiables y con servicios de limpieza diarios. Habrá menos turistas dispuestos a alojarse en departamentos donde no se conocen las condiciones de higiene o establecimientos donde se compartan demasiados servicios o espacios.
El futuro tiene como única certeza la incerteza. Quien ama viajar, tratará de hacerlo en cuanto se pueda pero el miedo al contagio, a los rebrotes de la enfermedad, a los imprevistos no se borrarán fácilmente. Todo esto nos obligará a ser muy precavidos para que el sueño de volver a viajar no termine otra vez en pesadilla.
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