“Un hotel que invita a vivir experiencias, donde cada detalle está sumamente pensado por sus propietarios, a quienes les encanta repensarse constantemente y poder crear y rediseñar cada día un lugar y un equipo del que se sientan orgullosos” El Hotel Azur es un enclave estratégico para conocer la provincia de Córdoba. Un destino en auge de crecimiento, que se sale de las rutas habituales que recorren Argentina. Es que esta provincia lo tiene todo y a pocos kilómetros de distancia. Una fuerte tradición gaucha que se entremezcla con las costumbres de los inmigrantes italianos, naturaleza que quita el aliento, propuestas de alta gama para relajarse y dejarse curar por los famosos aires serranos, y un increíble y algo desconocido legado jesuita que permite ver un pasado lleno de interesante historia.
Y es que justamente esta encantadora provincia terminó de enamorar a los dueños del Hotel Azur, que se mudaron desde Santiago del Estero con mucha esperanza y algo de incertidumbre por un rubro que no conocían pero que no demoró mucho tiempo en cautivarlos. Ramiro es contador y trabaja con pequeños productores del monte de Santiago del Estero (de hecho, cada pieza artesanal del hotel fue elegida y colocada por él y producida por distintas comunidades del monte adentro). Pero en el fondo, la hotelería es su pasión. Después de muchos viajes, y unos 15 años trabajando en el rubro, se dio cuenta del potencial enorme de esta casona restaurada que esconde miles de secretos entre sus paredes. …“Creo que lo más lindo de este proyecto familiar es que podemos incorporar en el hotel lo que nos apasiona a mí y a mi hermana. Y eso se nota. Siempre las cosas hechas con pasión se destacan”…
B P Lat publica
El Hotel Azur es una manifestación de la pasión por la historia, los viajes y buen gusto. Un espacio que busca resumir la autenticidad de su ciudad, donde la comodidad va de la mano con el lujo y la sensibilidad en el servicio. Un sitio en el que cualquiera se siente invitado de honor, con la cordialidad y la cercanía que caracteriza a los cordobeses.” Ramiro tiene claro que detrás de cada viaje hay expectativas y es el encargado de que todo el equipo trabaje en simultáneo para superarlas. Amante también de la buena comida, crea pequeños momentos que llenan de sorpresa y bienestar a cualquier huésped, por ejemplo, la famosa degustación de cortesía que se ofrece cada atardecer en La pulpería, con salames, quesos y vinos que el mismo Ramiro se encarga de buscar, degustar y elegir. Se podría decir que Ramiro fue el motor y el impulsor de este gran proyecto: fue quién comenzó hace más de 15 años a pensar en el diseño y en el concepto de este lugar. Además de confort y servicios cinco estrellas, el huésped que llega por algo más que una estadía de lujo quedan encantado por la historia de este edificio construido en 1915, y declarado de valor patrimonial por el Gobierno de la provincia. Como todas las propiedades de su estirpe que acaban atrapadas por la dinámica voraz de las grandes metrópolis, la saga de usos y personajes que la habitaron a largo del siglo XX le otorgan un condimento especial a la experiencia del alojamiento, algo que sus anfitriones han sabido aprovechar.
La hermana menor de Ramiro, Celeste, se incorporó unos años más tarde ya que estaba terminando de recibirse de diseñadora industrial. Actualmente, además de hotelera, es orfebre y esa pasión por los pequeños detalles se respira en cada rincón del hotel. No sólo se pueden ver sus exclusivas joyas expuestas en el lobby, sino que también ha sabido volcar sus pasiones en este hotel lleno de encanto. Viajera incansable y coleccionista de momentos, ella elije pequeñas experiencias que la impactan de distintos lugares del mundo y las incorpora en Azur. Yuyitos serranos que aparecen a lo largo de toda la estadía (como la pequeña bolsita con lavanda para relajarse cuando un huésped llega a su habitación), el “Mate & Tea point”, ya famoso en los comentarios de Tripadvisor y las infinitas velitas que se encienden cada atardecer cuando el intenso ritmo de la ciudad se aquieta: una invitación al bienestar de los huéspedes. “Creo que nuestras tradiciones, como el mate, los yuyitos cordobeses y lo autóctono de nuestra provincia, tienen un infinito potencial para hacerlas conocer.”…
Celeste en uno de sus viajes estuvo recorriendo Japón y le sorprendió cómo revalorizan cada cosa de su cultura para los turistas. Por ejemplo, con el matcha (polvo de té verde), hacen helados, postres, golosinas y hasta bijouterie. Basándose en esa idea, armaron para el hotel una línea de amenities de yerba mate y verbena rescatando los miles de propiedades que tiene la yerba que normalmente no se conocen y los huéspedes están encantados con esta incorporación. “No hay quien visite el hotel y no nos mencione los amenities. “No hay quien visite el hotel y no nos mencione los amenities. Creo que es un detalle distinto, como tantos otros que van apareciendo a lo largo de la estadía que nos convierten en un hotel único de experiencias, donde cada momento se transforma en una invitación para sentir, probar, disfrutar y relajarse.”
Adicionalmente para recorrer la ciudad de una manera diferente, los propietarios crearon una lista con 15 lugares, actividades, comidas y recorridos imperdibles para conocer Córdoba como un verdadero local. La idea es poder destacarle a los turistas aquellas cosas que quizás pasan desapercibidas para cualquier cordobés por lo cotidianas que resultan pero son justamente lo que nos convierte en una provincia distinta que vale la pena conocer. La perfecta sincronía de estos dos hermanos, ha podido resumir en un solo lugar el verdadero lujo: el turismo de la experiencia. Sin perder el foco en saberse un hotel urbano, y complaciendo a cada huésped, desde el corporativo, como las parejas y las familias, al saber que cada rincón está pensando y diseñado por estos hermanos para otorgar bienestar, uno se siente en un verdadero oasis. Un mimo que revaloriza el doble una estadía y que hace que sin dudas un viaje cualquiera se convierta en un viaje único.
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