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Ocho razones para elegir la alta cocina española

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Preparas un viaje. En tu lista de básicos, junto a los principales monumentos y los museos más destacados, anotas platos típicos que quieres (¡debes!) probar, restaurantes recomendados y productos gastronómicos que puedas llevarte en la maleta. Sin duda, eres un viajero amante de la gastronomía y España es tu destino. Si buscas, además, una experiencia total, en la que la cocina se eleve a la categoría de arte y el comer se traduzca en placer para los cinco sentidos, la alta gastronomía española te cautivará. Te damos ocho razones por las que te enamorarás de sus platos, sus chefs y sus restaurantes. Toma nota y ve preparando el equipaje. 

Una cocina abierta al mundo

La actual cocina española es el resultado de siglos de evolución, marcados por las características geográficas y los vaivenes históricos del país. Esto se traduce, por un lado, en unas materias primas gastronómicas de máxima calidad y gran variedad. Por otro, el paso de los distintos pueblos y civilizaciones por la Península Ibérica ha ido cargando de variadas y ricas influencias la tradición culinaria española: desde las salsas que introdujeron los fenicios al famoso aceite de oliva, heredado de los griegos. ¿Sabías que el gazpacho español es una receta de origen árabe? Ahora, sin perder de vista las raíces, la alta gastronomía de nuestro país bebe también de las cocinas internacionales, con propuestas plagadas de matices e inteligentes combinaciones.

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La creatividad española: de la técnica al producto

A finales de los años 90 la creatividad de una nueva generación de chefs españoles traspasó fronteras y puso a España en el mapa de la alta gastronomía mundial, donde sigue creando escuela. Nombres como Juan Mari Arzak, Martín Berasategui o Ferran Adrià empezaron a desarrollar un tipo de cocina que busca una experiencia sensorial total: disfrutar del comer con los cinco sentidos y apelar, incluso, a las emociones. La revolución llegó a la técnica: los clásicos “made in Spain”, como el jamón o el aceite de oliva, reinventados en platos deconstruidos, en texturas novedosas como las espumas o las esferificaciones o junto a elementos inéditos hasta entonces en gastronomía como el nitrógeno líquido; y también a los ingredientes: nuevos productos gastronómicos, como los piñones tiernos (el fruto de la piña que  solo puede obtenerse en un momento concreto de la maduración, durante un mes al año) o, ya en la segunda década de los 2000, el plancton. El resultado es una cocina única, pionera sorprendente y en constante evolución.

Dieta mediterránea

Evoluciones y revoluciones aparte, hay algo que permanece inmutable en la tradición culinaria española y que le confiere una base sólida que ha permitido ese desarrollo espectacular de la alta gastronomía: la dieta mediterránea. Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2010 y portadora de probados beneficios para la salud y el bienestar, la dieta mediterránea está en el ADN de las cocinas españolas y sus responsables se preocupan cada vez más por salvaguardar su saludable esencia. 

Perfectos maridajes

En España no se puede hablar de gastronomía sin aludir a sus vinos. Y las distintas propuestas de alta gastronomía de nuestro país se conciben ya con la vista puesta en sus futuros maridajes. De hecho, en los mejores restaurantes españoles proponen experiencias completas que combinan sus menús estrella con la cata de distintos vinos, perfectos para cada plato o etapa de la degustación.

Sostenible

La actual alta cocina española te convencerá también por su compromiso medioambiental. El producto de temporada y de proximidad es la base de los menús de los más prestigiosos restaurantes de nuestro país y hay algunos, como el del gaditano Ángel León (conocido como “el chef del mar”) o la cocina del vasco Eneko Atxa, que han convertido la sostenibilidad en una de las señas de identidad de su proyecto culinario: desde la materia prima o los procesos de elaboración hasta la arquitectura y el abastecimiento energético de sus instalaciones.  

Del verbo tapear

No se sabe muy bien cómo nació: hay todo tipo de teorías y leyendas sobre por qué se llama “tapa” a ese algo tan español de acompañar las bebidas con un pequeño plato de comida. De lo que no hay duda es de que la tapa se ha convertido en un elemento distintivo y personalísimo de la gastronomía española. Además, con el tiempo se ha sofisticado hasta convertirse en una de las más apetecibles formas de degustar la alta gastronomía: en menús degustación formados por distintos pequeños y elaborados platos. Alta cocina en miniatura que encierra un auténtico mensaje gastronómico.

Chefs con estrella

La calidad y la creatividad de la alta cocina española la convierten en una de las mejores del mundo, según reconocen los más prestigiosos rankings internacionales. Uno de los de más renombre, el de la Guía Michelin, otorga estrella en 2024 a 272 restaurantes españoles: 225 con una estrella, 32 con dos estrellas y 15 con tres estrellas Michelin, el máximo reconocimiento, que significa que degustar los platos de estos restaurantes justifica el viaje y sitúa a España como uno de los países del mundo con más “triestrellados” de Europa. Seis restaurantes de nuestro país se encuentran en “The World’s 50 Best”, otra de las más reconocidas clasificaciones gastronómicas mundiales, elaborada por la revista “Restaurant Magazine”. Además, el sumiller español, Josep Roca, del Celler de Can Roca, ha sido distinguido como mejor sumiller del mundo y el chef Dabiz Muñoz ha sido nombrado tres veces consecutivas como “Mejor chef del mundo” en los premios “The Best Chef Awards”.

Al alcance de todos

Una de las características de la alta cocina española es que busca acercarse a un público amplio, democratizar la experiencia gastronómica en su versión más extensa. Hay, por ejemplo, restaurantes reconocidos en la Guía Michelin en los que puedes disfrutar de sus menús por menos de 30 euros. Incluso las propuestas más exclusivas se mantienen en rangos asequibles. Además, la alta cocina en su sentido más estricto -restaurantes de fama internacional con ciertos estándares reconocidos- se ha expandido hacia muchos otros rincones y hoy es posible degustar elaborados platos y tapas “de autor”, con ingredientes de calidad y esmeradas técnicas, en numerosos gastrobares o tabernas. ¿Necesitas más razones?


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Leandro Dahlman