Entre valles cubiertos de té, montañas color esmeralda y pueblos llenos de historia, recorrer Malasia en tren o por carretera es descubrir su belleza a otro ritmo.
Hay destinos que se disfrutan mejor sin prisa. Malasia es uno de ellos. A bordo de un tren panorámico o al volante de una ruta costera, el país revela una versión más íntima y auténtica de sí mismo: sus paisajes, su historia y la calidez de su gente.
El encanto de viajar sobre rieles
Viajar en tren por Malasia es como atravesar una postal viva. La red ferroviaria del país conecta sus principales regiones con recorridos tan cómodos como escénicos. El ETS (Electric Train Service) es la opción moderna y eficiente para explorar el corazón de la península: desde Kuala Lumpur hasta Butterworth, puerta de entrada a George Town, o hacia Ipoh, famosa por su arquitectura colonial y sus templos-cueva a los pies de acantilados de piedra caliza, similares a las Batu Caves de Kuala Lumpur.

Pero para quienes buscan una experiencia fuera de lo común, el legendario Ekspres Rakyat Timuran, popularmente conocido como Jungle Railway, enlaza Gemas, en el sur de la península malaya, con Tumpat, al noreste, cerca de la frontera con Tailandia. Este recorrido es considerado uno de los más cautivadores del Sudeste Asiático, a menudo aclamado como uno de los viajes en tren más escénicos del mundo. El ferrocarril serpentea a través de una de las selvas tropicales más antiguas del planeta, adentrándose en el corazón boscoso de Malasia, pasando por montañas, aldeas rurales y plantaciones de caucho. Ideal para quienes disfrutan de los trayectos sin prisa y de contemplar el paisaje, el Jungle Railway ofrece una inmersión profunda y es la mejor forma de llegar a las islas de coral, como las Perhentians y Redang, en la costa noreste.
Rutas por carretera: donde la naturaleza y la cultura se entrelazan
Recorrer Malasia en carretera es adentrarse en una mezcla perfecta de naturaleza y cultura. La costa este sorprende con paisajes costeros, pueblos pesqueros y templos tradicionales, mientras que, hacia el interior, los caminos se elevan entre montañas y valles cubiertos de niebla.
Las Cameron Highlands son una parada imperdible, un destino de clima fresco donde las colinas se visten con interminables plantaciones de té. En coche, el trayecto dura unas tres horas desde Kuala Lumpur; puedes optar por la carretera más reciente a través de Simpang Pulai. Además, hay servicios diarios de autobús que conectan Cameron Highlands con Kuala Lumpur, Ipoh y Penang. Los visitantes pueden hospedarse en antiguas casas coloniales, recorrer senderos naturales o disfrutar de una taza de té recién cosechado con vistas a los valles verdes. Una visita imperdible es el Mossy Forest, un bosque ancestral con más de 220 millones de años, situado en la cima del Mount Brinchang. A más de 2000 metros de altitud, esta montaña es el punto más elevado de Malasia al que se puede acceder por carretera. En un día despejado, se puede ver parte del estrecho de Malaca desde la torre de observación.

Hacia el norte, los paisajes rurales de Perlis y los extensos arrozales de Sekinchan, a tan solo hora y media de Kuala Lumpur, revelan la vida rural malaya en su máxima expresión. Más adelante, el Lenggong Valley, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, conserva vestigios arqueológicos que narran la historia más antigua del sudeste asiático. Este lugar es considerado uno de los enclaves más cruciales de Asia para comprender la prehistoria humana, con una extensa sucesión de evidencias de vida que se extienden desde el Paleolítico hasta la Edad del Metal. La forma más recomendable de explorarlo es en coche, lo que permitirá visitar cómodamente todos sus atractivos a tu propio ritmo, además de deleitarte con los paisajes que se encuentran a solo tres horas de Kuala Lumpur.
Aventuras fluviales y vida silvestre
Ahora bien, si eres de espíritu aventurero y disfrutas de la navegación entre los ríos de la selva, en la isla de Borneo, los caminos se transforman en vías fluviales. Navegar por el río Kinabatangan en Sabah se convierte en una experiencia imprescindible para los amantes de la naturaleza: cocodrilos, elefantes pigmeos, monos narigudos y una diversidad de aves exóticas enriquecen el trayecto por uno de los ecosistemas más prósperos del planeta.
Aquellos que optan por combinar la exploración terrestre con la navegación tienen la oportunidad de adentrarse en reservas naturales, descubrir pueblos indígenas y recorrer áreas protegidas donde la biodiversidad coexiste en armonía con las comunidades locales.
Más que un trayecto, una manera de viajar
Ya sea en el confort del ETS, en la nostalgia del Jungle Railway, recorriendo las carreteras montañosas de Pahang o los caminos rurales de la costa este, viajar por Malasia en tren o carretera es vivir una aventura donde el destino importa tanto como el trayecto.

En cada parada, el país revela su patrimonio: templos, plantaciones, mercados, pueblos coloniales y una hospitalidad que invita a detenerse, observar y disfrutar el viaje.
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